Poco después de alcanzar la iluminación, Buda compartió sus revelaciones con un grupo de buscadores—personas que eran realmente nobles de espíritu. Por eso, con frecuencia, se les refiere como las Cuatro Nobles Verdades. Estas enseñanzas contienen todas las ideas inherentes al Budismo, y juntas forman un camino hacia la iluminación.

 

• El sufrimiento es el problema

• La causa raíz del sufrimiento es el aferramiento o el deseo

• El sufrimiento puede ser vencido

• El noble sendero óctuple ofrece la liberación del sufrimiento

En la enseñanza Budista, el sufrimiento tiene un significado mucho más amplio que el que típicamente asociamos con la palabra castellana. La palabra Sánscrita original, dukkha, describe un sentido subyacente de incomodidad. Algo no está bien; detectamos algo irritante por debajo de la tela de toda nuestra experiencia. Si miramos más de cerca, comenzamos a ver que esa incomodidad permea todos los niveles de nuestra existencia. El Budismo reconoce tres clases de sufrimiento:

Sufrimiento debido al Sufrimiento: La forma más obvia de sufrimiento es algo que es claramente doloroso: hambre, sed, enfermedad— o aún un argumento. La vida es más placentera si este sufrimiento se va.

Sufrimiento debido al Cambio: El cambio es constante en nuestras vidas. Las relaciones se rompen. Nuestra ropa favorita se deteriora. Un jefe nuevo queda a cargo. Envejecemos. Sin embargo, preferiríamos que todo se quedara igual, y cuando ésto no sucede, nos sentimos irritados, con rabia, miedo o un sentimiento de pérdida. Nuestra reacción a la inestabilidad inherente de la vida nos causa sufrimiento.

Sufrimiento que todo lo Penetra: En lo más profundo, sufrimos por cómo nos percibimos a nosotros mismos en relación al mundo. Desde esta perspectiva, toda nuestra experiencia con el mundo es sufrimiento. Ésto suena profundamente pesimista; de hecho, es lo opuesto. El entender la naturaleza de nuestra experiencia en lo más profundo nos permite darle forma, y cambiar nuestra percepción a través de la sabiduría del entendimiento.

¿Alguna vez has notado cómo el sufrimiento se intensifica cuando luchamos contra él? Mientras más nos concentramos en él—y más molestos nos ponemos—más se magnifica.

Ésta es la segunda verdad: Nos aferramos a nuestro deseo por algo que no es lo que está ocurriendo en este preciso momento. Mientras más nos aferramos a eso, más grande es nuestro enojo. Aún cuando estamos felices, deseamos que ese gozo dure—y como sabemos que no durará, sufrimos por saberlo. Por ello, el sufrimiento no es causado por la experiencia, sino por cómo nos relacionamos con ella.

Si la causa raíz del sufrimiento reside en nuestras mentes, entonces la libertad del sufrimiento puede encontrarse al mirar profundamente a la verdadera naturaleza de nuestras mentes.

Es importante hacer notar la palabra utilizada para esa libertad: Iluminación. Quiere decir entendimiento, sabiduría, claridad y compasión. Significa que hemos reconocido y experimentado las cosas como verdaderamente son. Quiere decir que nos hemos movido más allá de la perspectiva filtrada por el ego y envuelta por el sí mismo con la que nos aproximábamos a la vida típicamente.

A medida que avanzamos hacia la iluminación, el sufrimiento naturalmente cede. Podemos soltar la necesidad de proteger nuestro sentido del sí mismo. En vez de aferrarnos a esperanzas, comenzamos a vivir la vida como un todo, fluido e interconectado

As we move towards enlightenment, suffering naturally subsides. We can let go of our need to protect our sense of self. Instead of clinging to hopes, we begin to experience life as a fluid, interconnected whole.

La cuarta verdad—el Noble Sendero Óctuple—es la puerta de entrada a todo el pensamiento Budista y su práctica diaria. Estas ocho directivas no solo forman el camino por el cual se logra la iluminación, su práctica consistente establece las condiciones en las cuales la iluminación se puede alcanzar.

Sabiduría: Busca el entendimiento de ‘las cosas como verdaderamente son.’

1. Visión Correcta: La experiencia de la realidad como es verdaderamente, guiada por los principios claves de la enseñanza Budista tales como el surgimiento dependiente, karma, temporalidad o transitoriedad, abnegación, y vacío.

2. Intención Correcta: Siempre ten la intención de estar presente, aquí y ahora, en este momento. Si practicamos algo una y otra vez, eventualmente se vuelve automático.

La sabiduría es ambas el camino hacia el entendimiento y la meta final de la iluminación misma, cuando nuestras visiones e intenciones son libres, indudables y claras. Éste es el punto en el cual la sabiduría no requiere esfuerzo porque viene completamente de nuestra experiencia.

Moralidad: Vive de una manera que apoye y realce tu búsqueda de sabiduría. No elijas acciones que dañen a otros, provoquen rabia u odio, o refuercen una relación egocéntrica con el mundo.

3. Habla Correcta: No jures, mientas (activamente o por omisión), difames o hables en formas en las que hieras a otros. Escucha la verdad y habla la verdad o no hables en lo absoluto.

4. Acción Correcta: Promueve la armonía y la unidad, no la división y la separación entre las personas. Trata a otros como te gustaría ser tratado.

5. Sustento Correcto: Elije una manera de vivir en la que no perjudiques a nadie. El daño puede ser físico, psicológico o espiritual.

La moralidad es cuestión de practicar lo que nos beneficiará a nosotros mismos y a los otros en las situaciones que vengan en la vida. A medida que la sabiduría y la conciencia o el darse cuenta aumenten a través de la práctica, las elecciones que benefician se tornarán más fáciles de ver en el medio del caos de la vida diaria.

Práctica: Los resultados vienen del trabajo duro y la consistencia. Requieren práctica, que a su vez necesita equilibrio entre la energía positiva, la concentración y el entendimiento. Los últimos tres puntos son esos de los que todos los métodos de la práctica Budista se derivan.

6. Esfuerzo Correcto: Concéntrate en estar el estar presente, durante la meditación y en la vida diaria.

7. Conciencia Correcta: Mantén conciencia de tu cuerpo, mente, emociones y todo la información sensorial que te llega. Mantén tu conciencia en el presente, en cada momento.

8. Meditación Correcta: Explora y desarrolla la Visión Correcta, la Intención Correcta, el Esfuerzo Correcto y la Conciencia Correcta a través de la meditación. La guía de un maestro hábil es esencial para aprender las técnicas efectivas de la meditación.

Todos los ocho puntos tienen igual importancia, apoyándose y reforzándose los unos a los otros. Por ejemplo, la práctica de la Meditación Correcta ayudará a expandir el entendimiento de las Visiones Correctas. Al mismo tiempo, la Visión Correcta nos ayudará a recordar la meta de la Sabiduría y apoyará el esfuerzo que pongamos en los tres aspectos de la Práctica.

---