Rabia. Celos. Impaciencia. Shock. Deseo. Frustración. Vivimos nuestros días bombardeados por emociones. Y si las dejamos, pueden descarrilarnos. Tú sabes: el correo electrónico que no debiste enviar. La réplica enérgica que no debiste decir. El mal humor negro que previene que veas cualquier alegría. Afortunadamente, no tiene que ser así. Simplemente necesitamos reconocer emociones dañinas en el momento—y dejarlas ir. Esa es la meta esencial del Método de los Tres Momentos™ de Trungram Gyaltrul Rinpoché.
En una charla dada en el Instituto Politécnico y Universidad Estatal de Virginia, Rinpoché explica su Método de los Tres Momentos™, meditación práctica que enfatiza el entrenamiento de su Tercer Momento™.El origen o Trasfondo
El tiempo es uno de nuestras mercancías más preciadas. Es escaso. Algunos días puedes no tener una hora para meditar. Necesitas herramientas prácticas que puedan ser desplegadas en tiempo real, como parte de tu vida diaria. Rinpoché desarrolló el Método de los Tres Momentos™ para satisfacer esa necesidad. Destilando principios claves Budistas entendidos por milenios—tales como el vacío y la transitoriedad—es inmediato, práctico y extremadamente efectivo. Y solamente toma unos pocos segundos.
Las Bases
Nuestra experiencia de cualquier emoción puede ser descompuesta en tres momentos. En los pasos del Método de los tres Momentos™, Rinpoché enfatiza el entrenamiento en el Tercer Momento™ como el más importante.
Primer Momento: Sentir, Detectar
Lo que sucede: Tus órganos sensoriales —tus ojos, tus orejas, tu nariz—perciben una clase de entrada de información. Puedes incluso reaccionar físicamente a ella, por ejemplo, volteando tu cabeza en la dirección de un sonido o movimiento. Pero en el Primer Momento todavía no has tenido una reacción.
Segundo Momento: Surgir
Lo que sucede: Tienes una reacción subconsciente, instantánea, que clasifica el evento como bueno, malo o neutral.
Tercer Momento™: Observar
Lo que sucede: Generalmente, en el Tercer Momento tomas acción—mentalmente o físicamente—en respuesta a tu emoción. Si has clasificado algo como bueno, eres atraído a ello, aunque puede que no sea apropiado o beneficioso para ti. Si has clasificado algo como malo, lo alejas de ti, algunas veces con más fuerza de lo que sería apropiado o necesario. Como resultado, puedes causar mucho daño que después necesitarás tratar de deshacer. En vez de simplemente reaccionar, usa el momento para ser pro-activo.
La Práctica
El Tercer Momento™ pasa muy rápidamente. Es muy fácil perderlo. Lo encuentras en el instante entre ver un correo electrónico desagradable y el disparar una respuesta, oyendo una crítica y una queja, viendo un postre empalagoso y y alcanzándolo. Este es el momento de parar y practicar el Método de los Tres Momentos™.
- En el instante que surge, haga una pausa. Note la emoción que está experimentando.
- En vez de enfocarte en quien hizo algo a quien, simplemente mira hacia dentro a tu emoción.
- Imagina tu emoción como un balón inflado, llenado tu parte interna. No pongas atención los bordes. Concéntrate en el centro. No racionalices. No razones. Sólo observa. ¿Que hay dentro del balón? Nada tangible. Sólo espacio.
Los Resultados
Al ensanchar el hueco entre acción y reacción, ganas espacio de tus emociones. Tu mente está más serena, clara, menos sesgada. Estás más conectado al momento presente. Te das cuenta de que tus emociones son sólo eso: Emoción, no realidad. El Método de los Tres Momentos™ no solo tiene efectos en como reaccionas, tiene efectos en como interpretas tus experiencias. Con práctica, ya no estás controlado por tus emociones—y tus reacciones se vuelven mucho más razonables.
VIVA MEJOR
La vida es compleja, desconcertante y a veces dolorosa.
Alguna veces parece que debe haber una mejor forma
de arreglárselas—y la hay. Es tan simple como mirar
a un problema desde otra perspectiva.
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