Nuestras mentes están muy distraídas; nuestros sentidos constantemente van en direcciones múltiples —cada sonido, cada visión, cada esencia provoca pensamientos y emociones creando movimiento y confusión. Solamente cuando las cosas están quietas el polvo puede asentarse y el ojo de la mente puede ver claramente. La meditación en la quietud está enlazada a la serenidad; las prácticas están diseñadas para aquietar una mente activa, haciéndola capaz ultimadamente de estar presente en cada momento.
Meditación en Silencio
Al cerrar una porción de nuestras mentes dedicadas al habla—aún si nuestras mentes siguen envueltas en diálogos internos—nuestras mentes son más libres, y somos capaces en mejor forma de ver más sobre nosotros mismos. La Meditación en Silencio es la más básica de las prácticas—aunque para que sea exitosa, requiere habilidades de concentración avanzadas las cuales pueden llevar tiempo en desarrollar. En esencia, nos sentamos en un ambiente tranquilo, y aclarando nuestras mentes de todos los pensamientos, nos enfocamos en la respiración entrando y saliendo de nuestros cuerpos. Cuando sentimos que nuestras mentes se van a la deriva, simplemente las traemos de regreso a nuestra respiración. Practicada consistentemente, esta meditación nos ayuda a estar presentes en la vida diaria.
Meditación en la Concentración
Mientras que la quietud física es relativamente fácil de lograr, la quietud mental es un desafío mucho más grande. Nuestras mentes están acostumbradas a tener algo a que aferrarse. Usualmente, ese pensamiento es azaroso; saltamos de tópico en tópico dependiendo de las influencias externas. La Meditación en la Concentración cambia eso, al proveer un tópico único en el cual nos concentramos por un período de tiempo largo. A medida que avanzamos, el tópico se vuelve gradualmente más estrecho—y nuestro foco llega a ser cada vez más profundo.
Meditación Centrada
La Meditación Centrada nos ayuda a permanecer de una manera más firme en el aquí y ahora. No estamos pensando en el pasado o preocupándonos por el futuro; simplemente estamos conscientes de donde estamos en este momento en ambos tiempo y espacio. Este proceso nos ayuda a soltar emociones dolorosas y patrones de pensamientos negativos. Es útil particularmente al final de un día normal estresante, y puede ser de ayuda al recuperarnos de una experiencia traumática.
Aquietando la Mente
Cuando estamos en silencio, nuestras mentes pueden todavía estar llenas de preocupación y duda—aún si es solamente sobre que tan bien estamos meditando. Al aquietar la mente removemos todas las distracciones de la duda. Practicamos desengancharnos de ellas, desapegarnos por un período de tiempo corto. Ésto prueba ser útil en la vida diaria también. Aquietar la mente trabaja en conjunto con la concentración. Como es muy difícil detener los pensamientos a la fuerza, usamos la concentración para guiarlos.
Artes Contemplativas
Las artes contemplativas proveen un punto único de concentración que nos hace capaces de calmar y aclarar nuestras mentes, al traer belleza a nuestros ambientes. La caligrafía y la pintura, fotografía y arreglo de flores, tiro al arco y baile, inclusive la práctica con caballos de paso, son prácticas que nos ayudan a enfocar la mente y desarrollar conciencia mientras disfrutamos de nuestros sentidos.
VIVA MEJOR
La vida es compleja, desconcertante y a veces dolorosa.
Alguna veces parece que debe haber una mejor forma
de arreglárselas—y la hay. Es tan simple como mirar
a un problema desde otra perspectiva.
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